Este martes la prestigiosa joyería Tiffany & Co, una de las firmas más cosmopolita que inmortalizaron en el cine Audrey Hepburn y Marilyn Monroe, ha inaugurado una tienda en Barcelona.
La célebre joyería se encuentra en el Paseo de Gracia y está ubicada en el Hotel Mandarin Oriental compartiendo fachada con la sastrería Italiana Brioni y la firma Azzaro. En esta flamante tienda de lujo, se podrán encontrar los valiosísimos diamantes amarillos y las piezas de creadoras estrella como Elsa Peretti y Paloma Picasso.
El Presidente de Tiffany & Co, Michael Kowalki, llegó flanqueado por la diseñadora Elsa Peretti, cuyos diseños llevan en la firma desde 1974 y en Barcelona ocuparán uno de los mejores espacios de la joyería.
Apareció un Ricardo Bofill absolutamente exultante, en plan juerguista, dando palmas y riendo, últimamente estaba desaparecido.
Al acto de la joyería acudieron algunos de los VIPS del panorama social actual, como Carmen Lomana, que lució un precioso vestido sirena de raso en color ocre (comprado en Madrid según ella misma nos contó). El bonito vestido aunque con un cuello muy cerrado, es un diseño de Marta Rota para TotHom.
También pasaron por el fhotocall la actriz Mónica Randall con una coleta de estar por casa y la diseñadora Rosa Clará que no se entretuvo ni dos minutos.
La nota aristocrática la dieron la Princesa Beatriz de Orleans, relaciones públicas de la firma de moda francesa Dior que eligió un discreto vestido de color negro, acompañada por Teresa Samaranch y María Zurita y de Borbón, que no quiso pasar por el fhotocall , porque prefirió ir sin más a la fiesta y fumar un puro.
Luis del Olmo con una bufanda púrpura a juego de la corbata y su esposa Mercedes y las actrices de la serie los Gavilanes.
El evento fue el pistoletazo de salida de las fiestas de Navidad y nadie se lo quiso perder.
El estilo general de la gente fue entre lo casual y lo elegante, entre minifaldas, pitillos, vestidos negros de cóctel y abrigos cortos, que luego contrastaban con detalles glam como un buen zapato de tacón en las chicas y en los chicos chaquetas de terciopelo, un gran sombrero y sobre todo divertidos fulares.
Magda Oranich y Artur Puiggros Inglada
Para los maduritos como Ricardo Bofill padre, el arquitecto del Hotel W, absoluta sobriedad.
Para los hombres de mediana edad como Javier Rigau , el estilo clásico es lo que funciona.
Carlos Martorell , el alma mater del evento, magnífico con su americana de terciopelo negra.
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